domingo, 17 de julio de 2011

Comme çi, comme ça

Hace unos días que estoy ausente, es hora de ponernos al día.
Vamos a hacerlo diferente, iremos desde lo más cercano a lo más lejano que pasó en estos días.
Ayer salí por la noche, cabe decir que esta ciudad está desierta los fines de semana y más en verano, la gente emigra a las playas y solo se quedan aquí los que tienen que trabajar, el ambiente se nota triste, cargado y resignado. No ayuda a salir con optimismo.
Me encontré también anoche con una circunstancia en la que nunca me había visto antes. Me sentí analizado, escrutado, víctima de alguien que a mí y a mis congéneres (nunca mejor dicho) nos miraba por encima del hombro por el simple hecho de ser más jóvenes. Me sentí apenado y avergonzado porque esta persona nos juzgara sin conocernos, nos juzgara por nuestras bromas fáciles, nuestros comentarios absurdos, que en noches como la de ayer eran válvulas de escape a una realidad que ahoga y aprieta fuerte. Muy fuerte.
Me dio pena que no se atreviese a conocerme por sus prejuicios, era preciosa, ese acento francés acariciando las sílabas... otra vez será.
Volví a casa un poco triste, "una muesca más en el cinturón de los fracasos" pensé yo. Y parece ser que el traje de las decepciones está cortado a mi medida. Me doy cuenta de que aunque suene raro en mi propia cabeza, necesito cariño, ese sentimiento de vulnerabilidad que casi no percibo ya debido a este carácter que me forjé a base de palos.
Me acosté a las 4, a las 11 estaba ya pedaleando en el rodillo, 1 hora para intentar liberar los malos espíritus, y ahora en un rato a nadar.

En otro orden de cosas, mañana empiezo con un entrenador profesional de triatlón que nos confeccionará un plan para entrenar toda la temporada, estoy emocionado por las circunstancias ya que todo parece ir viento en popa.
La semana que viene comenzaré a estudiar las 2 asignaturas que me quedan, echo de menos a mi hermano, el pobre ha fracasado un poco y me muero de ganas por darle el apoyo que se merece y ayudarle a salir hacia adelante.
Hoy es un domingo cualquiera, un día triste, nadie en la ciudad. En días como hoy me gusta sentarme y mirar por la ventana las calles vacías, me tranquiliza.


lunes, 4 de julio de 2011

Comienzos

La última vez que escribí aquí fue días antes de mi último examen, hoy 4 días después puedo decir que el balance del año a sido positivo, pero no ha sido una "temporada perfecta" como a mí me habría gustado. De momento va una para septiembre, la cogeré con ganas, hay que entrar en tercero limpio del resto de asignaturas. Los días sucesivos a mi último examen fueron extraños. Desde el lunes de la semana pasada que fue el penúltimo estuve dándolo absolutamente todo, levantándome a las 5:15 y estudiando un promedio de 10 horas al día. Los resultados del último examen no fueron tan satisfactorios como creía, y no me gustó que después de tanto esfuerzo no rindiese como merecía. Pero así es la vida, hay que soportar sin dejar de avanzar.
No tenía muchas ganas de salir, así que el viernes sábado y domingo los dediqué a "descansar" y a comenzar una mini pre-pretemporada antes de comenzar esta semana con los entrenamientos completos. En total fueron en esos 3 días: 3000 m natación + 100 min en bicicleta a 135 ppm + 16 km a una media de 6 min/km a 155 ppm de media. Balance muy positivo, muy a gusto porque entrené un día con mi compañero de entrenamientos habitual, y los otros dos días con una chica de mi carrera que también le entusiasma el triatlón.
Hoy ha sido el primer día de la pretemporada, he empezado con 8 km a 155 ppm de media en 47 min 30 seg y en ayunas, algo muy importante ya que siendo la hora que es aún no he desayunado ,solo tomé un poco de piña. Increíble las sensaciones de esta mañana, muy a gusto, viendo amanecer, disfrutando de la temperatura... una auténtica gozada. Pensé que me costaría más por el tema de ayunar, pero mis pulsaciones están cada vez más bajas y eso es un consuelo. Avanzamos.
Tengo que llevar la bicicleta a la tienda a que le revisen los piñones primero y último ya que no están del todo bien ajustados, y también el cambio de plato que está flojo, cosas normales teniendo en cuenta que está recién salida de fábrica.
La verdad es que me encuentro cómodo con todo esto, no saldré de vacaciones, no me moveré de mi ciudad, pero me gusta poder dedicarme a hacer deporte y a estudiar íntegramente, en ese orden encuentro mi remanso de paz.

domingo, 26 de junio de 2011

Long time ago

Parece ser que cada vez que estoy al límite me da por escribir aquí, hace ya un tiempo que no escribo, han cambiado muchas cosas, (para mejor eso sí, que ya era hora) y también se presentan nuevos retos y expectativas en mi vida. Me gusta tener este rincón al que puedo acudir cuando me apetece, sin que se precise mi presencia, donde puedo ahogar pensamientos, y nadie (casi nadie) lo sabrá jamás.
La temporada de exámenes llega a su fin. Este año no conozco aún lo que es suspender un examen, pido ayuda a quien sea que esté detrás de esta maravilla que es la vida para que siga siendo así durante lo que me queda de carrera.
El esfuerzo, el sacrificio, la perseverancia, la dedicación, la motivación, la voluntad, la fortaleza, la aptitud, la disciplina, la eficiencia, son características que hoy más que nunca forman parte de mi, y estoy orgulloso, aunque nunca olvidaré lo que me hizo caer al arroyo.
Entreno fuerte, después de una vida jugando al tenis tenía que seguir con mi faceta de atletas, ahora entreno para hacer triatlones olímpicos, y en un futuro algún Ironman. Después de este verano haciendo una pretemporada intensa, debutaré en octubre. Tengo grandes expectativas.
Sigo, como diría mi amigo Jesús, más solo que la una porque quiero, ya que el mercado es amplio. No haré comentarios al respecto (risas)
Tengo nuevas amistades, un compañero de entrenamiento con el que haré toda la pretemporada este año, algunos chichos y chicas que han caído este año en mi clase en la Universidad bastante agradables. He dejado viejas "amistades" atrás que no hacían más que entorpecerme. He recuperado viejas amistades de verdad olvidadas, eso me hace sonreír.
Hecho de menos a los que ya no están, mucho.
Mañana tengo el penúltimo de mis exámenes, y el jueves el último, saldré por la noche porque es lo que la ocasión merece, y el viernes iré a por la bicicleta y los aparejos que necesitaré para empezar la pretemporada. Tengo muchas ganas, ese va a ser mi verano, mientras tanto usaré este blog como diario de entrenamiento y como siempre lo he usado.
Gracias a quien esté ahí fuera, gracias a mi padre, la persona más dura, más tenaz y luchadora que conozco y conoceré jamás, a mis madres (mamá y abuela) y a mi hermano, que sin él este año no habría conseguido ni de lejos lo que he conseguido, siendo más joven que yo, me ha enseñado las claves que me faltaban para obtener el éxito que casi podía saborear, nunca sabré agradecérselo lo suficiente. Gracias a los de verdad, ellos saben quienes son.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Lógico

Esto es normal, lo más normal y lógico del mundo.
No puedo escribir porque no soy escritor, puedo intentar escribir y mis intentos no son más que un resumen de mi vida contado de buenas maneras, y eso cada vez es más complicado, porque lo que caracteriza al que escribe sin saber es que vive y tiene algo que dar al mundo.
Pero me aburro, mi vida no es interesante, cada vez menos, y lo único que puedo enseñarle al mundo son un montón de conceptos derivados de la ingeniería, cuatro acordes malsonantes y los intentos (en vano) de intentar dejar de estar solo. Y eso queridos amigos, a un servidor le parece triste, porque con 20 años la vida se supone diferente, se supone llena de experiencias vitales que te hacen emprender locuras y llevarte por derroteros que ofrecen sorpresas, ya sean buenas o malas, pero sorpresas al fin y al cabo.
Y aún así lo peor de todo es que lo veo, soy capaz de ver en la mirada de la gente que me cruzo, que no conozco y que conozco, que tienen la alegría de no saber lo que harán mañana, que hay más días que estrellas en el cielo, y que viven con el desconcierto de no saber donde les llevarán sus pasos, y eso es tremendo, porque ves que está muy cerca, pero al vez muy lejos lejos.
No sé si volveré a tardar lo mismo en escribir algo, pero nunca pierdo la esperanza, no pienso darme por vencido, confiaré en eso que dicen de que ya llegará mi momento, de que ya tendré tiempo de ser feliz.

"Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad"
Guy de Maupassant (1850-1893)

jueves, 8 de octubre de 2009

(...) (...) (...)

7.30 Suena el despertador, más bien el móvil, lo tengo configurado para que suene la misma canción que tengo para cuando me llaman, a ver si así al menos por curiosidad me levanto con ganas. Como me conozco, eso fue curioso las dos primeras veces, ahora solo se repite una y otra vez, y cansa, pero como mi móvil es de la generación nintendo se queda como está que bastante hace llamando.
8.00 Tras 30 minutos de inexplicables pensamientos me levanto como zombi al cuarto de baño y me lavo la faz con abundante agua fresca, sin escatimar que hay que animarse. Camino al cuarto, recupero las gafapasta después de haberlas arrojado la noche anterior contra el ordenador al acostarme, y voy hacia la cocina. Como no soy el primero en levantarme no hay leche fría. Maldigo en cuatro idiomas diferentes, cojo una leche a temperatura ambiente (en Sevilla es caliente) y me lleno la taza hasta arriba. Cojo el nesquik (que no cola-cao) y remuevo dos cucharadas y un tercio hasta que todo queda homogéneo. Cojo dos rebanadas de pan bimbo, miro que no estén verdes, y enciendo el tostador espero que salte. Cuando suena el primer aviso me doy cuenta de que no estaba enchufado, y es que el temporizador y las resistencias que hacen las tostadas funcionan por separado. A la segunda va la vencida. Un poco de foie gras o como se diga o un poco de paté de atún o mantequilla o lo que haya para untar de mala gana las tostás doblarlas y comerlas en breves instantes.
8.30 Me siento en la silla de mi cuarto y comienzo a estudiar.
12.00 Parada para tomar un zumo que no recomiendo por sus propiedades laxantes.
12.30 Me vuelvo a sentar en la silla de mi cuarto y retomo los estudios.
13.30 Hora de hacer la comida, algo sencillo y poco entretenido, para toda la familia. Poner la mesa darle de comer a la abuela y comer rápido para poder irme a las 14.30 para poder estar en la escuela a las 15.30 (Sí, una puta hora antes).
14.30 Cojo el autobús, y podría describir a las personas que lo pululan a estas horas. Señora insoportable de aspecto mezquino que le calienta la oreja a otra de igual tonelaje con tonterías acerca de su hijo el que seguramente sea un fracasado, la otra señora intenta hacerla ver que su hijo es más fracasado aún.
Jardineros, en verdad chicos y chicas de 19 a 24 años que han hecho un módulo de jardinería para poder ser alguien de provecho en esta vida, a buenas horas mangas verdes...
Chicas de 19 a 22 años pintadas como puertas, que te miran con condescendencia.
14.45 Llego a coger mi segundo autobús, como es un circular, tarda en pasar puede que 2 minutos o incluso 25, eso depende de como los incompetentes de la compañía de autobuses de esta ciudad hallan programado los cambios de turno de los conductores.
Por fin llega ese autobús, y hay algo de variedad, pero siempre encuentras a los incondicionales que están allí dando la cara dirigiéndose a sus trabajos y/o estudios.
15.30 Comienzan las clases, alguna bajada ocasional a por un batido de chocolate que evoca mi infancia de meriendas en el parque.
21.00 Terminan las clases, salgo del edificio y me dirijo a hacer mi ruta de autobuses. Aunque tuviese dinero para un coche no podría usarlo porque no tengo donde dejarlo a las nueve de la noche, y menos, dinero para comprar/alquilar una plaza de garaje.
21.45 Llego a casa, ducha cena y a dormir, nada de encender el ordenador, mi hermano que vive en el mismo cuarto que yo desde que lo conozco tiene que dormir en una cama que sale de debajo de la mía, y no puedo encender el ordenador porque necesita dormir, pero bueno para comprobar lo que ya sé, habrá tiempo hasta mañana.
Tardo unas 3 horas en dormirme todos los días, casi no hablo solo escucho música en los trayectos de autobús, y nada me impresiona ni me da ganas de despertar del estado catatónico en el que me encuentro. Intento cambiar de rutina, ya sea bebiendo Jägermeister hasta las 4 de la mañana por ahí o enviando mensajes pintorescos a gente que no conozco, pero esto parece el puto día de la marmota.
Echale más leña al fuego, que aún parece que pueda salir ardiendo.

lunes, 24 de agosto de 2009

Fecha de caducidad

¿Tan difícil es ser feliz que podríamos cambiar nuestra conducta para poder conseguirla aún a riesgo de cambiar y no volver a ser nunca la misma persona? 
Desgraciadamente obtuve esa respuesta no hace mucho, pude contemplar que en ausencia de lamentaciones, sufrimientos, o un simple estado de indiferencia, las personas cambian por el mero hecho de ser feliz, o hacer feliz, y eso es detestable.
El sujeto "A" del que aquí hago referencia, solía compartir bastante tiempo conmigo, conversaciones largas en intensas acerca de temas desorbitados que quizás no tenían mucho que ver ni con la hora ni con el lugar, pero que hacían que me sintiera bien porque era como demostrar que sigue habiendo gente competente en este mundo.
De pronto, comenzó a dejarse ver menos, comenzó a hablar de cosas poco importantes, parecía como si se hubiese oxidado.
Al poco tiempo el sujeto "A" transmitió que su felicidad y su carácter alegre e idiota era debido a que había encontrado alguien con quien compartir algo más que palabras.
Puede que comprenda, que el desinterés que se sienta por mí sea normal, tampoco tengo tanto que ofrecer ni soy tan agradable como para callarme una verdad o mentir por agradar. Lo que no comprendo es que alguien cambie por obtener una felicidad con fecha de caducidad. 
Es grotesco pensar lo que me costó encontrarme a mi mismo como para encima cambiar para resultar más simpático a alguien.
Intento no alimentar fantasías para evitar momentos desagradables, y con cosas como estas, no me arrepiento de verlo todo desde la barrera.

"A mi me seducen las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando veo a una mente que los mueve y que vale la pena conocer. Conocer, poseer, dominar, admirar. La mente Hache, yo hago el amor con las mentes, ¡hay que follarse a las mentes!"

Fragmento de la película Martín (Hache)

jueves, 6 de agosto de 2009

La factoría de lo irracional

El momento en el que se tiene demasiado que decir, pero no se sabe ni siquiera por donde empezar, ese momento exacto, es cuando todo comienza a tener sentido.
Creo que esa fue una de las razones por las que empecé a hacer música, demasiado que decir, pocos que escuchar, era la manera perfecta de encontrarte contigo mismo y verlo todo sumamente claro.

Un dicho árabe dice: "Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio no lo digas". 
La música nació para quitarle al silencio el puesto que le corresponde.


martes, 23 de junio de 2009

La teoría de los universos paralelos

En la física moderna, en el campo de la física cuántica el hecho de buscar una teoría unificada conjuntamente con la teoría de cuerdas, deja entrever la posibilidad de la existencia de múltiples dimensiones y universos paralelos.
Toda esa teoría, aplicada a la vida que llevamos, no es más que preguntarnos constantemente ¿qué hubiera pasado si...? La tortura que llevan los que no saben decidir, o los que decidieron, pero decidieron mal, o incluso los que aun no han decidido e imaginan como cambiaría su universo si algo fuese distinto. Hay quien no se conforma pero no hace nada por cambiar, y hay quien decide en que universo vivir. El peor de los casos, es aquel en el que el sujeto quiere su propio universo, pero parece ser que no tiene ni voz ni voto.
Me duele la cabeza de pensar cuantos universos paralelos hay y podría haber vivido, y en cambio estoy aquí sin hacer nada para remediarlo, la pereza de encontrar ahí fuera siempre más de lo mismo solo es superada por la esperanza de encontrar algo inusual.
Qué asco, de verdad. 

"La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre." 
Friedrich Nietzsche
 
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