lunes, 14 de diciembre de 2009

Lógico

Esto es normal, lo más normal y lógico del mundo.
No puedo escribir porque no soy escritor, puedo intentar escribir y mis intentos no son más que un resumen de mi vida contado de buenas maneras, y eso cada vez es más complicado, porque lo que caracteriza al que escribe sin saber es que vive y tiene algo que dar al mundo.
Pero me aburro, mi vida no es interesante, cada vez menos, y lo único que puedo enseñarle al mundo son un montón de conceptos derivados de la ingeniería, cuatro acordes malsonantes y los intentos (en vano) de intentar dejar de estar solo. Y eso queridos amigos, a un servidor le parece triste, porque con 20 años la vida se supone diferente, se supone llena de experiencias vitales que te hacen emprender locuras y llevarte por derroteros que ofrecen sorpresas, ya sean buenas o malas, pero sorpresas al fin y al cabo.
Y aún así lo peor de todo es que lo veo, soy capaz de ver en la mirada de la gente que me cruzo, que no conozco y que conozco, que tienen la alegría de no saber lo que harán mañana, que hay más días que estrellas en el cielo, y que viven con el desconcierto de no saber donde les llevarán sus pasos, y eso es tremendo, porque ves que está muy cerca, pero al vez muy lejos lejos.
No sé si volveré a tardar lo mismo en escribir algo, pero nunca pierdo la esperanza, no pienso darme por vencido, confiaré en eso que dicen de que ya llegará mi momento, de que ya tendré tiempo de ser feliz.

"Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad"
Guy de Maupassant (1850-1893)

 
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